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Una isla privada. Una ilustre y conocida familia de Nueva Inglaterra. Un grupo de cuatro amigos —los Mentirosos— cuya amistad se vuelve destructiva. Una rebelión. Un accidente. Un secreto. Mentiras y más mentiras. Amor verdadero. Y, por fin, la verdad.

Ésta es la bellísima y terrible historia de una familia perfecta que se sostiene sobre pilares de peligrosa fragilidad. A lo largo del relato se van desvelando las piezas de un rompecabezas que formarán un mosaico de personajes fascinante, donde los prejuicios y el egoísmo son los peores enemigos de la armonía y la felicidad.

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Si te gustan las novelas que te atrapan con sus personajes y un misterio por resolver, Éramos Mentirosos, es para vos.

Los Sinclair son una familia estadounidense perfecta: no hay delincuentes, ni adictos o fracasados; son atléticos, altos y guapos; tienen sonrisas amplias y mentones cuadrados. Ellos pasan los veranos en una isla privada frente a la costa de Massachusetts.

Los nietos de Harris Sinclair -abuelo-, Cadence, Johnny y Mirren, no eran muy unidos hasta que en el verano número 8 -lo llaman así porque es la edad que tenía durante ese verano- llega Gat, quien no era parte de la rica familia.

La protagonista de esta novela, Cadence Sinclair Eastman, en el verano número 15 sufre un accidente, pero no recuerda mucho de este, ni de lo que pasó en ese verano.

A lo largo de esta novela, llena de amistad, romance, misterio y con una clara crítica a las personas privilegiadas de los Estados Unidos, se va a ir revelando el verano número 15.

Esta novela, la conocí gracias a BookTok -como la mayoría de los libros que leí este año-. Lo que me llamaba la atención de todo lo que se decía, era el final: todo el mundo lloraba. Ya con esa idea, el libro me tenía. Me encantan los libros que te llegan tanto como para llorar, son los mejores.

Empecé el libro y ya a la primera página me tenía enganchada, era la misma sensación que con Percy Jackson. Leí, armé teorías, temí el momento de llegar a la verdad -no me gustaban mis teorías-, y cuando se empezó a revelar todo tuve que frenar. Fue tan bueno el libro que no quería que terminara, me negaba a terminarlo.

Y después llegó el momento de terminarlo. Cuando les digo que no se ven venir el final, no se lo ven venir. Creo que nunca un libro me sorprendió tanto. Y lloré, más vale que lloré, fue terrible el final.

Los personajes principales, Cadence, Gat, Mirren y Johnny, son muy fáciles de querer, son entretenidos, son particulares. Y sus familias también, ya de por sí no son una familia normal, tienen una isla privada, y eso se nota mucho.

El misterio que atraviesa la historia creo que está excelentemente tratado. La autora te pone cosas súper claras de la verdad y aún así, el final no lo ves venir. Creo que este es uno de los elementos que hacen que el final sea tan shockeante, a medida que vas leyendo la verdad, vas recordando escenas y tienen otro sentido. Y eso sigue pasando hasta días después de terminado el libro, yo estuve como una semana uniendo puntos en la historia.

Las historias que tienen un misterio que se revela al final, creía que no está bueno releerlas porque ya perdía la esencia de que el final te sorprendiera, esta novela cambió mi idea. El hecho de saber el final, estoy segura que me va a ayudar a ver cosas escondidas cuando la relea. Y no creo que pase mucho tiempo hasta que lo relea, esta reseña ya me está haciendo extrañar los personajes.

Con todo esto dicho, pido por favor que lo lean, no se van a arrepentir.

Por todas estas cosas, esta novela se llevó 5 estrellas, premio a uno de los mejores libros del año y un lugar en mi corazón.

-𝒮𝒽ℯ